Sábado 4a. Semana- ¡También en lo sencillo está Dios!


ORACIÓN INICIAL
Señor, te pedimos que nos defiendas de todos los peligros de la mente y del cuerpo y, a través de la intercesión de María, siempre Virgen, Madre de Dios y de san José, de tus santos apóstoles Pedro y Pablo y de todos los santos, en tu amorosa bondad nos asegures la salvación y la paz; y que una vez superados todos los errores y adversidades tu Iglesia pueda servirte en seguridad y libertad.




“Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Este es verdaderamente el profeta.» Otros decían: «Este es el Cristo.» Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?» Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de él. Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano. Los guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos.

Estos les dijeron: «¿Por qué no le habéis traído?» Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre.» Los fariseos les respondieron: «¿Vosotros también os habéis dejado embaucar? ¿Acaso ha creído en él algún magistrado o algún fariseo? Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos.» Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente donde Jesús: «¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?» Ellos le respondieron: «¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta.» Y se volvieron cada uno a su casa.”
Jn 7,40-53




El Evangelio del día de hoy nos sigue acercando la figura de Jesús, como el Mesías enviado por Dios para salvar a la Humanidad. Dios envía a su Hijo Primogénito por amor al mundo, por amor hacia cada una de las personas a las que ha creado.
A través de Jesucristo, Dios  nos dice que nos quiere a toda la Humanidad, de forma gratuita, desde el principio de los siglos. Y todo, porque así lo ha querido.

Podemos tomar conciencia de este amor misericordioso de Dios para con toda la creación, especialmente derramado hacia quienes somos sus criaturas preferidas, por quienes estamos creados a su imagen y semejanza. 

A nosotros, hoy y durante toda nuestra vida, nos toca tratar de descubrir a este Dios Amor que se ha hecho hombre por amor, que ha venido a nuestro mundo para hacerse cercano, para salvarnos. Y tal ha sido, y es  el amor de Dios que su entrega la lleva hasta las últimas consecuencias, aunque ello implique morir en la peor de las muertes posibles: la muerte en cruz.

Dejémonos iluminar, habitar, por este Dios que se entrega por cada uno de nosotros, para que podamos también nosotros vivir desde el amor pleno, desterrando todo egoísmo.


Cuando actuamos con amor expresamos la verdad de nuestro ser: 
en efecto, no hemos sido creados para nosotros mismos, sino para Dios y para los hermanos
(2008)

*******


Sirve como voluntario en algún comedor u hospital algunas horas a la semana.

*******
« «Hoy me reconciliaré con alguien con quien estoy disgustado»

*******

ORACIÓN
Te doy gracias, Señor Jesucristo, porque has decidido manifestarte desde la sencillez, desde lo pequeño. 
Ayúdame a vivir desde lo cotidiano, desde lo sencillo, desde mi realidad. Ayúdame a no buscar los primeros puestos, la relevancia social, el reconocimiento en mi vida.

Te doy gracias, Señor Jesucristo, porque te pones de parte de los últimos, de los marginados, de los que sufren en este mundo. 
Ayúdame a descubrirte presente en la vida de tantas personas que pasan por dificultad, en mi entorno y también en este mundo. 
Ayúdame a desprenderme de mis egoísmos, para estar más atento a tu mensaje, a tu vida, a lo que tú quieres de mí.

Te doy gracias, Señor Jesucristo, porque te entregas por amor a todos los hombres y mujeres de nuestro mundo, y lo haces desde la gratuidad plena. Ayúdame a vivir desde tu mismo amor, de manera desprendida y desinteresada. 
Ayúdame a desterrar de mi vida todo deseo egoísta, todo amor interesado.

Te doy gracias, Señor Jesucristo, porque no te dejaste influir por lo que pensaban los ricos y poderosos de tu tiempo. 
Ayúdame a ser coherente con tu mensaje de entrega. 
Ayúdame a vivir desde los valores del Reino y no desde los valores de los ricos y poderosos de este mundo.



Haz silencio dentro de ti, acalla todos los ruidos que te rodean, interior y exteriormente. 
Dedícate este tiempo gratuito a ti, y ofréceselo a Dios. Descubre que Dios se hace presente en tu vida, en la vida de quienes te rodean, y que lo hace desde la sencillez, en las situaciones más cotidianas y menos glamurosas.

Desde ahí, reconoce que Dios habita en lo profundo de tu corazón, en el centro de tu vida



ORACIÓN FINAL

Señor Jesucristo, que te manifiestas desde la sencillez de la vida y del mundo, que huyes de los grandes acontecimientos y de las personas poderosas. Haznos sencillos como tú lo fuiste en este mundo. Concédenos la sencillez de vida.

Aleja de nosotros nuestros egoísmos. Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén