Viernes 5a. Semana- Creed a las obras

 



ORACIÓN INICIAL
Señor, te pedimos que nos defiendas de todos los peligros de la mente y del cuerpo y, a través de la intercesión de María, siempre Virgen, Madre de Dios y de san José, de tus santos apóstoles Pedro y Pablo y de todos los santos, en tu amorosa bondad nos asegures la salvación y la paz; y que una vez superados todos los errores y adversidades tu Iglesia pueda servirte en seguridad y libertad.




En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.

Él les replicó: «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?»

Los judíos le contestaron: «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios.» Jesús les replicó: «¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: Sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.»

Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes habla bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad.» Y muchos creyeron en él allí.

Juan 10, 31-42





Anda lleno el mundo de dobles raseros, de palabras sin respaldo en las obras, o de gente que dice una cosa y hace la contraria. Ocurre mucho.

Vemos a un político que proclama con grandilocuencia una conducta, y luego se le descubre otra. Descubrimos, con dolor, que un hombre de iglesia que predica el evangelio, luego resulta ser un abusador o un manipulador.

Vemos, en lo cotidiano, que hay gente que canta el amor y vive desde un egoísmo radical.

Hay quien habla de justicia, de compromiso o de sensibilidad con el medio ambiente, y sin embargo a base de viajes deja una huella ecológica que es visible desde el espacio, sin siquiera pensar en ello o buscar alternativas.

El evangelio nos ayuda a vivir la coherencia, si dejamos que sus historias nos iluminen y nos provoquen. “Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras” Porque al final, se reduce a eso… a lo que haces.

No me hables de tus ideales si no se pueden ver en tus acciones diarias.
No me hables de tus sueños si tu forma de vivir entierra los sueños de los más vulnerables.
No me hables de misericordia si nunca has mirado a los ojos de los que siempre están en los márgenes.
¿Quieres saber quién eres o dónde estás? Haz una lista de las cosas que haces.
Por sus obras los conoceréis…



Privarse del alimento material que nutre el cuerpo facilita una disposición interior a escuchar a Cristo y a nutrirse de su palabra de salvación. Con el ayuno y la oración Le permitimos que venga a saciar el hambre más profunda que experimentamos en lo íntimo de nuestro corazón: el hambre y la sed de Dios.
(2009)

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Dale gracias a Dios, todos los días, por Su Hijo

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««Hoy amaré la verdad, evitando la mentira«

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ORACIÓN
Peticiones desoídas
Yo había pedido a Dios poder para ser amado, y me he encontrado con el amor para no necesitar ser poderoso.
Yo le había pedido la salud para hacer grandes cosas, y me he encontrado con la enfermedad para hacerme grande.
Yo le había pedido la riqueza para ser feliz, y me he encontrado con la felicidad para poder vivir en la pobreza.
Yo le había pedido leyes para dominar a otros, y me he encontrado libertad para liberarlos.
Yo le había pedido admiradores para estar rodeado de gente, y me he encontrado amigos para no estar solo.
Yo le había pedido ideas para convencer, y me he encontrado respeto para convivir.
Yo le había pedido dinero para comprar cosas, y me he encontrado personas para compartir mi dinero.
Yo le había pedido milagros para creer, y él me ha dado fe para hacer milagros.
Yo le había pedido una religión para ganarme el cielo, y él sólo me ha dado a su Hijo para acompañarme por la tierra.
Yo le había pedido de todo para gozar en la vida, y él me ha dado la vida para que goce de todo.
Yo le había pedido ser un dios,y él sólo pudo hacerme ser humano.




• Los judíos condenan a Jesús en nombre de Dios, en nombre de la imagen que tienen de Dios. ¿Condeno a alguien en nombre de Dios y después descubro que estoy equivocado?

• Jesús se dice a sí mismo “Hijo de Dios”. Cuando yo profeso en el Credo que Jesús es el Hijo de Dios, ¿qué contenido le doy en mi profesión de fe?





ORACIÓN FINAL

No tiene manos

Jesús, no tienes manos.
Tienes sólo nuestras manos para construir un mundo donde habite la justicia.
Jesús, no tienes pies.
Tienes sólo nuestros pies para poner en marcha la libertad y el amor.
Jesús, danos tu fuerza moral para desarrollar nuestros talentos y hacer bien todas las cosas.