ORACIÓN INICIAL
Señor, te pedimos que nos defiendas de todos los peligros de la mente y del cuerpo y, a través de la intercesión de María, siempre Virgen, Madre de Dios y de san José, de tus santos apóstoles Pedro y Pablo y de todos los santos, en tu amorosa bondad nos asegures la salvación y la paz; y que una vez superados todos los errores y adversidades tu Iglesia pueda servirte en seguridad y libertad.
Jesús les dijo otra vez: «Yo me voy y vosotros me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir.» Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: “Adonde yo voy, vosotros no podéis ir?» El les decía: «Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados.» Entonces le decían: «¿Quién eres tú?» Jesús les respondió: «Desde el principio, lo que os estoy diciendo. Mucho podría hablar de vosotros y juzgar pero el que me ha enviado es veraz, y lo que le he oído a él es lo que hablo al mundo.»
No comprendieron que les hablaba delPadre. Y entonces les dijo Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. Y el que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él.» Al hablar así, muchos creyeron en él.
Jn 8, 21-30
Jesús nos desvela el secreto de su éxito. Es sencillo, basta cumplir la voluntad de Dios. Eso es todo. Nos lo dice clarísimo: “Yo hago siempre lo que a Él le agrada”. Esto podría ser el resumen de la vida de Jesús.
No hay que ser ingenuos y creer que ya todo está resuelto. El camino de la voluntad de Dios, en algunos momentos, es duro. No todo es coser y cantar. Pero en nuestro peregrinar por la voluntad de Dios no vamos solos. Podrá haber situaciones oscuras, difíciles, pero Dios no nos faltará. El secreto es no desviarse del camino, de su camino. Aparecerán atajos tentadores, guías espontáneos que intentarán llevarnos por otros senderos. Pero sabemos que la vida en Jesús, con Jesús, nos transforma, nos hace plenamente felices, aunque no exenta de dificultades.
En este camino de entrega, la cruz a veces aparece, ella también nos puede ayudar.
“El que quiera venir en pos de mí, tome su cruz cada día y sígame”. Ciertamente debemos estar atentos a seguir el camino verdadero. Por eso Jesús nos deja a su Iglesia, a personas concretas que siguen ayudándonos a descubrir esa voluntad de Dios y a ser más fieles en nuestro seguimiento.
¿A que parece una locura? Descentrarse. Pero no lo es. Locura es lo contrario. Hacer que todo pivote tan en torno a uno, que te quedes como ensimismado. De hecho, ¿no es verdad que las mayores preocupaciones, emociones, y lo que de verdad nos apasiona y alegra en la vida tiene que ver con esos otros, y con el Dios que le pone sentido a todo? Es ahí donde se juega el amor, las mayores ilusiones, lo que nos quita el sueño o lo que nos eleva al cielo. Convertirse uno mismo en el centro es demasiado minúsculo. Es mejor salir. Salir y dejarse bandear en el encuentro, en el choque, en la diversidad y la diferencia, en las preguntas que uno mismo no sabe responder
“Quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído a quien no cierra los suyos al que le súplica” (San Pedro Crisólogo).
(2009)
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Busca la reconciliación con familiares y amigos alejados.
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««Hoy evitaré quejarme por cosas sin importancia»
««Hoy evitaré quejarme por cosas sin importancia»
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ORACIÓN
Conversión
Sigue curvado sobre mí, Señor, remodelándome, aunque yo me resista.
¡Qué atrevido pensar que tengo yo mi llave! ¡Si no sé de mí mismo!
Si nadie, como Tú, puede decirme lo que llevo en mí dentro. Ni nadie hacer que vuelva de mis caminos que no son como los tuyos.
Sigue curvado sobre mí, tallándome aunque, a veces, de dolor te grite.
Soy pura debilidad, Tú bien lo sabes, tanta, que, a ratos, hasta me duelen tus caricias.
Lábrame los ojos y las manos, la mente y la memoria, y el corazón.
Entra, Señor, sin llamar, sin mi permiso. Tú tienes otra llave, además de la mía, que en mi día primero Tú me diste, y que empleo, pueril, para cerrarme.
Que sienta sobre mí tu ‘conversión’ y se encienda la mía del fuego de la Tuya, que arde siempre, allá dentro de mí.
Y empiece a ser hermano, a ser humano, a ser persona.
Ignacio Iglesias, sj
¿Lo que agrada a Dios? Tomarse la vida en serio. Vivir o tomarse la vida en serio, es saber que nuestro tiempo es valioso. Que es mejor amar que odiar, y es mejor dar(se) que ahorrarse para nada.
Es elegir algunas causas por las que dejarse la piel, batallas que te quiten el sueño, que te suban al cielo, que te arranquen sonrisas y te llenen de anhelo.
Hay tantas facetas en cada historia donde podemos ponerlo todo en juego: el estudio, el trabajo, el amor, la familia, el cansancio, el descanso… Piensa en esto
ORACIÓN FINAL
En ti está la luz
Reina en mí la oscuridad, pero en Ti está la luz; estoy solo, pero Tú no me abandonas; estoy desalentado, pero en Ti está la ayuda; estoy intranquilo, pero en Ti está la paz; la amargura me domina, pero en Ti está la paciencia; no comprendo tus caminos, pero Tú sabes el camino para mí.
Dietrich Bonhöeffer
Conversión
Sigue curvado sobre mí, Señor, remodelándome, aunque yo me resista.
¡Qué atrevido pensar que tengo yo mi llave! ¡Si no sé de mí mismo!
Si nadie, como Tú, puede decirme lo que llevo en mí dentro. Ni nadie hacer que vuelva de mis caminos que no son como los tuyos.
Sigue curvado sobre mí, tallándome aunque, a veces, de dolor te grite.
Soy pura debilidad, Tú bien lo sabes, tanta, que, a ratos, hasta me duelen tus caricias.
Lábrame los ojos y las manos, la mente y la memoria, y el corazón.
Entra, Señor, sin llamar, sin mi permiso. Tú tienes otra llave, además de la mía, que en mi día primero Tú me diste, y que empleo, pueril, para cerrarme.
Que sienta sobre mí tu ‘conversión’ y se encienda la mía del fuego de la Tuya, que arde siempre, allá dentro de mí.
Y empiece a ser hermano, a ser humano, a ser persona.
Ignacio Iglesias, sj
¿Lo que agrada a Dios? Tomarse la vida en serio. Vivir o tomarse la vida en serio, es saber que nuestro tiempo es valioso. Que es mejor amar que odiar, y es mejor dar(se) que ahorrarse para nada.
Es elegir algunas causas por las que dejarse la piel, batallas que te quiten el sueño, que te suban al cielo, que te arranquen sonrisas y te llenen de anhelo.
Hay tantas facetas en cada historia donde podemos ponerlo todo en juego: el estudio, el trabajo, el amor, la familia, el cansancio, el descanso… Piensa en esto
ORACIÓN FINAL
En ti está la luz
Reina en mí la oscuridad, pero en Ti está la luz; estoy solo, pero Tú no me abandonas; estoy desalentado, pero en Ti está la ayuda; estoy intranquilo, pero en Ti está la paz; la amargura me domina, pero en Ti está la paciencia; no comprendo tus caminos, pero Tú sabes el camino para mí.
Dietrich Bonhöeffer