Jueves 4a Semana- Esas obras dan testimonio de mí


ORACIÓN INICIAL
Señor, te pedimos que nos defiendas de todos los peligros de la mente y del cuerpo y, a través de la intercesión de María, siempre Virgen, Madre de Dios y de san José, de tus santos apóstoles Pedro y Pablo y de todos los santos, en tu amorosa bondad nos asegures la salvación y la paz; y que una vez superados todos los errores y adversidades tu Iglesia pueda servirte en seguridad y libertad.




“Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido. Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad. No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis.

Él era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz. Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que Él ha enviado.

Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí; y vosotros no queréis venir a mí para tener vida. La gloria no la recibo de los hombres. Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis. ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza.

Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí. Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?”
Jn 5,31-47






Jesús se muestra duro en este pasaje en el que nos dice que rechazamos la vida, que le rechazamos a Él y aceptamos cualquier idea o persona que nos ofrezca cualquier seguridad. 

A pesar de esto pretende hacernos pensar en qué y en quién tenemos puesta nuestra atención: ¿en la obra de Dios en cada una de nuestras vidas o en aquello de lo que puedo sacar partido para mi propio yo? Una vez más una llamada a descentrarnos, a abrir el corazón hacia afuera y dejarnos tocar por el Dios de la realidad.

Y en esta realidad, cuántas veces hemos oído de vidas que transforman el mundo y nos tocan por dentro, o incluso compartiendo vivencias con amigos cercanos que nos hacen ver que podemos hacer mucho por construir un mundo mejor y más lleno de Dios. 

Bien, muchas veces, ante esto está la comodidad y el miedo a dejar la imagen que tenemos de nosotros mismos y toda esta luz y riqueza queda en el cajón del olvido

Por eso Jesús nos invita a salir de ese asombro y calor que da contemplar vidas como la de Juan, para, después de ese instante, dar testimonio de esa luz, como hizo Él, con nuestras obras.


La limosna, acercándonos a los demás, nos acerca a Dios y puede convertirse en un instrumento de auténtica conversión y reconciliación con él y con los hermanos.
(2008)

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No uses el móvil o el ordenador cuando no estés en el trabajo.

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««Hoy donaré un producto para los mercados de los pobres»

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ORACIÓN
Canción “Testigos”
de Javier Moreno.

Con esta canción le pedimos a Jesús que nos acompañe en este camino de ser testigos suyos y que nos anime en la tarea. Testigos, vosotros también seréis mis testigos.

Mis amigos, daréis testimonio y seréis mis testigos también.
Al escuchar tu Palabra por primera vez, al contemplar tu rostro por primera vez, algo en mi corazón, cambió para siempre, una llamada en mi interior.
Estr.

Al caminar por la vida entre la multitud, pronunciaste mi nombre, me dijiste ven.
Me hablas al corazón y enciendes el fuego transformado por tu amor.
Estr.

Yo quiero conocerte, para crecer en Ti.
Dame de esa agua viva, ya nunca tendré sed.
Maestro enséñame a remar mar adentro y hablarle al mundo al corazón, de tu amor.
Estr.




Ser testigos… se dice pronto. Cuántas veces nos lo hemos propuesto, después de retiros, convivencias, actividades, de escuchar a alguien inspirador. Para un momento e imagínate tú en su posición, en esa ayuda a alguien que realmente le hace falta. Sal de ti mismo e intenta recrear esa experiencia.

¿Qué te frena realmente? ¿Qué excusas tenemos para quedarnos sentados? ¿A quién podemos pedir ayuda para unirnos cambiando el mundo?
Preséntaselo a Dios en un momento de quietud.



ORACIÓN FINAL

Señor, no dejes de descolocarnos de nuestra comodidad e inacción ante la necesidad que vemos en el mundo. Que la acción transformadora de tu Evangelio nos mueva de ser espectadores a verdaderos agentes de cambio en tu Reino para que, junto con la gran familia humana, podamos dar testimonio creíble de tu acción en nosotros.