Jueves Santo- Pasar de la grandeza y el poder al servicio



ORACIÓN INICIAL
Señor, te pedimos que nos defiendas de todos los peligros de la mente y del cuerpo y, a través de la intercesión de María, siempre Virgen, Madre de Dios y de san José, de tus santos apóstoles Pedro y Pablo y de todos los santos, en tu amorosa bondad nos asegures la salvación y la paz; y que una vez superados todos los errores y adversidades tu Iglesia pueda servirte en seguridad y libertad.




Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.
Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?» Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde.»
Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo.»
Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza.»
Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.»
Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos.»
Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.

Jn 13,1-15



Hoy comenzamos el Triduo Pascual. El tema central es el AMOR. El jueves se manifiesta en los gestos y palabras que lleva a cabo Jesús en la entrañable cena.
El viernes queda patente el grado supremo de amor al dar la vida por no renunciar al bien del hombre. El sábado celebramos la Vida que surge de ese Amor incondicional.
La Liturgia del Jueves Santo está estructurada en torno a la Última Cena.
Dos gestos: Jesús lava los pies a sus discípulos y la fracción del pan. El gesto de partir el pan y de repartir la copa de vino, era un gesto normal que el cabeza de familia realizaba en toda cena pascual. El gesto de lavar los pies es algo muy diferente.
Juan pinta un cuadro que debe quedar grabado para siempre en la mente de los discípulos. “Se levantó de la mesa, dejó el manto…se puso a lavarles los pies…”
El lavar los pies era un signo de acogida. Solo lo realizaban los esclavos o las mujeres. Esto muestra que lo que Jesús hace no es un servicio cualquiera. En la nueva comunidad todos deben estar al servicio de todos, estas serán nuestras señas de identidad.
¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros.
Tomado de feadulta.com
Comentario de Fray Marcos

*******


Contribuye a frenar la contaminación ambiental

*******
«Asistiré a los oficios para agradecer a Jesús que se quedó en la Eucaristía

*******

ORACIÓN

Señor, Tú saliste a recorrer los caminos para ir al encuentro del necesitado y el excluido.
Tú acogiste a los despreciados y a los que todos marginaban.
Tú atendiste las necesidades del pueblo, sanaste sus enfermedades, les enseñaste a compartir el pan, y vivir unidos.
Tú ofreciste tu vida hasta el final, hasta entregarla por amor y pura donación, para que todos vivamos más y mejor, y podamos alcanzar la vida verdadera.
Señor del servicio, muéstranos el camino que lleva a darlo todo por los demás.
Ayúdanos a tener tus mismos sentimientos, preocupaciones y opciones.
Haz que atendamos las necesidades, sufrimientos y esperanzas de nuestro pueblo.
Haznos cercanos y hermanos de todos.
Enséñanos a vivir pensando primero en el otro, enséñanos a vivir como verdaderos servidores, dispuestos, generosos, alegres y fraternos con todos, Señor, con todos.
Amén




Hoy Jesús deja muy claro en qué consiste el amor y cuál es el signo de la “vida en abundancia”: el servicio sencillo a los hermanos.
Contempla tu vida:
• ¿Sientes que has colocado el amor que se hace servicio y entrega en el núcleo de tu proyecto de vida?
• ¿Cómo son tus gestos de servicio? ¿Tu mirada, tus palabras, tus pensamientos, tus labios, tu corazón, tu escucha … tienen el sello de la tierna misericordia de Dios?
Agradezco el amor y la entrega que he recibido y recibo de Dios. “Él nos amó primero”.





ORACIÓN FINAL
Quiero servirte en los demás, Señor.
Quiero entregar mi vida y lo mejor de mí,para el servicio a los que me rodean.
Llévame por la huella de la compasión.
Condúceme al horizonte del amor eficaz.
Tú que eres Espíritu de Vida Nueva, aliéntame, empújame, sostenme, fecunda mi entrega.
Ayúdame a servirte en los demás, para vivir construyendo tu Reino.

Marcelo A. Murúa