Por la mañana, por la tarde, por la noche... ¡siempre!
Y cuando huía desesperanzado, me hiciste volver sobre mis pasos.
"¡Es verdad: ha resucitado el Señor!".
Me hiciste volver jubiloso al grupo de mis hermanos, para unirme de nuevo a ellos
y celebrar todos juntos la alegría de la PASCUA: celebrar tu presencia, Señor, entre nosotros.
Porque sigues bendiciendo el pan,
partiéndolo, dándote a ti mismo
y siendo el centro de nuestra comunidad,
que contigo resucita.
Son la vida, la fraternidad
y la esperanza lo que celebramos.
Otra vez la vida, la inocencia, la verdad, la luz.
Tu PASCUA es una manera nueva de ver,
abrazar y construir el mundo;
una manera nueva de hacer la historia
desde la luz siempre nueva
y recién hecha del día supremo de tu Resurrección.
Sí, que el Amor y la Vida
sean la última palabra en el libro de la historia
de todos los pueblos de la tierra,
porque no hemos nacido para el odio.
Y cuando huía desesperanzado, me hiciste volver sobre mis pasos.
"¡Es verdad: ha resucitado el Señor!".
Me hiciste volver jubiloso al grupo de mis hermanos, para unirme de nuevo a ellos
y celebrar todos juntos la alegría de la PASCUA: celebrar tu presencia, Señor, entre nosotros.
Porque sigues bendiciendo el pan,
partiéndolo, dándote a ti mismo
y siendo el centro de nuestra comunidad,
que contigo resucita.
Son la vida, la fraternidad
y la esperanza lo que celebramos.
Otra vez la vida, la inocencia, la verdad, la luz.
Tu PASCUA es una manera nueva de ver,
abrazar y construir el mundo;
una manera nueva de hacer la historia
desde la luz siempre nueva
y recién hecha del día supremo de tu Resurrección.
Sí, que el Amor y la Vida
sean la última palabra en el libro de la historia
de todos los pueblos de la tierra,
porque no hemos nacido para el odio.